Náuseas sin vómito de origen nervioso
Aunque no te lo parezca cuando te encuentras en esta situación, no siempre que empieces a sentir náuseas o a tener arcadas por ansiedad vas a acabar vomitando. En muchas ocasiones, es la forma con la que tu organismo se comunica contigo para decirte que algo no va bien.
Puede ser porque estés viviendo una situación que interpretas como amenazante, que tengas estrés acumulado, que sientas que has perdido el control de tu vida o que te sientas desbordado/a. Estas sensaciones pueden causar náuseas por ansiedad pero, a pesar de ser una sensación desagradable, en muchos casos son sólo náuseas sin vómito. Si tienes alguno de estos problemas, te recomendamos que visites un especialista como nuestros mejores psicólogos en Sevilla.
Náuseas por la mañana
Otra forma en la que se manifiesta la ansiedad es mediante náuseas por la mañana. Si estás viviendo una situación de estrés, angustia, miedo o preocupación excesiva, puede que estés produciendo más cortisol (hormona relacionada con el estrés y el miedo). Durante la noche, los niveles de cortisol suelen ser más elevados y, si le añades un exceso por una situación de angustia, es posible que empieces tu día con una sensación de ansiedad matutina y con náuseas por la mañana.
Falta de apetito
Como ya habrás visto, la ansiedad afecta directamente al sistema digestivo. Esta parte de tu cuerpo deja de ser una prioridad en cuanto te enfrentas a una situación de estrés, miedo o angustia. Por eso, puedes acabar teniendo síntomas como digestiones más pesadas, problemas gastrointestinales y, por supuesto, pérdida de apetito.
Náuseas después de comer
Del mismo modo que en los casos anteriores, la relación de la mente con el sistema digestivo puede ocasionar problemas después de comer. En situaciones o etapas de ansiedad, la función con la que el intestino y el estómago digieren y transportan los alimentos se altera. Por ese motivo, es probable que experimentes náuseas después de comer u otros síntomas como dolores o malestar.
Cómo quitar las ganas de vomitar por nervios
Ahora que ya sabes que la ansiedad puede provocar náuseas y otros síntomas, es interesante que conozcas algunos recursos que pueden ayudarte a aliviarlas o evitarlas.
Pierde el miedo a las náuseas
Aunque tener ganas de vomitar por ansiedad o por cualquier otro motivo no es una experiencia agradable, afrontarlo de forma negativa o con miedo a vomitar (emetofobia) hará que la ansiedad aumente, con lo que obtendrás el resultado contrario.
En esta situación, es recomendable intentar no tener miedo, tomar el control de lo que está pasando y relajarse. Para ello, puedes empezar por respirar profundamente. Luego, deja la mente en blanco o piensa en frases positivas, como “todo va a estar bien”, “lo estoy haciendo lo mejor que puedo” o “tengo el control”. Lo importante es que no tengas sentimientos negativos que puedan empeorar la situación.
Cuida tu aparato digestivo
Lógicamente, el aparato digestivo está muy relacionado con las náuseas por ansiedad. Por eso, es recomendable que lo cuides y que tengas unos buenos hábitos. Por ejemplo, puedes recurrir a tratamientos o remedios naturales como infusiones (de manzanilla o de jengibre), aromaterapia, ejercicios de respiración… Puedes hacerlo tanto de forma habitual como cuando empiezas a sentir escalofríos, sofocos u hormigueos por las náuseas.
Es recomendable que lleves una buena alimentación, que no te saltes las comidas, que intentes respetar tus horarios y que te hidrates bien.
Consulta a un especialista en ansiedad y estrés
Puedes consultar con tu psicólogo especialista en ansiedad si ves que las náuseas por estrés son persistentes y no consigues aliviarlas por tu cuenta. Trata el problema que causa tu ansiedad con un especialista. Aunque los consejos anteriores pueden ayudarte a afrontar o aliviar las ganas de vomitar por ansiedad, lo que debes plantearte seriamente si el problema persiste es tratar tu ansiedad y la causa que la provoca.
Los síntomas físicos como las náuseas, los escalofríos, la boca seca o la fatiga son la forma que tiene tu cuerpo de llamar la atención sobre algo que va mal. Por eso, es recomendable que localices el problema que te genera ansiedad y lo trates. Recuerda que es aconsejable que pidas ayuda profesional si crees que no puedes solucionarlo por tu cuenta.
Como has visto, sentir náuseas por ansiedad u otros problemas estomacales como falta de apetito, dolores o malestar es un síntoma habitual en las personas que sufren períodos de estrés o de ansiedad. Aunque hay tratamientos y remedios para aliviar o quitar las ganas de vomitar por nervios, lo mejor es que encuentres la causa que te está generando ansiedad e intentes tratarla. De esta forma, verás cómo esa sensación de angustia general y náuseas va disminuyendo poco a poco.