¿Qué es el mutismo selectivo?
El mutismo selectivo es un trastorno de la ansiedad en el que las personas que lo padecen pueden hablar pero dejan de hacerlo en determinadas circunstancias o contextos, cuando se inhiben tanto que no hablan. Podría llegar a considerarse una forma de timidez extrema.
El mutismo o mudismo selectivo ocurre en contextos sociales o en situaciones en las que se espera que la persona hable, como en el colegio, en reuniones familiares o en actividades grupales. Sin embargo, estas personas hablan perfectamente en entornos o situaciones en las que se sienten cómodas y relajadas. Por lo tanto, no es un trastorno del lenguaje, pues las personas afectadas no tienen problemas de comprensión o expresión.
La mayoría de las personas que sufren este trastorno suelen ser niños, sobre todo menores de 5 años, aunque no siempre es así y también se puede dar en adultos.
Es importante hacer un buen diagnóstico, pues el mutismo selectivo o mudismo no es lo mismo que el mutismo, el autismo o el síndrome de Asperger, trastornos en los que el entorno o el contexto no importan, pues la persona no habla de forma general.
Causas del mutismo selectivo
La aparición del mutismo selectivo puede darse por varias causas y hay evidencias de que tiene un origen multifactorial. Los estudios que se han hecho sobre este trastorno han clasificado las causas en las siguientes categorías de posibles factores causantes del mutismo selectivo: causas genéticas, temperamentales, relacionadas con el neudesarrollo y ambientales.
Factores genéticos
Uno de los orígenes más habituales de este trastorno es el genético o hereditario. Así pues, existe un vínculo genético entre los niños con mutismo selectivo y los familiares ansiosos, que han sufrido fobia social, trastorno de personalidad evitativo o el propio mutismo selectivo.
Por otro lado, también se ha demostrado que hay una variación genética específica que está asociada al mutismo selectivo. Dicha variación también está vinculada al trastorno de ansiedad social.
Factores temperamentales
Otra de las causas del mutismo selectivo se ha asociado a personas que nacen con temperamentos inhibidos. Es decir, personas que ya desde que nacen son más propensas a ser miedosas y recelosas ante nuevas situaciones. Está probado que un temperamento inhibido es un factor de riesgo para problemas de ansiedad social, como el mutismo selectivo, entre otros.
Factores del neurodesarrollo
También se ha encontrado una relación estrecha entre las personas con mutismo selectivo y que también padecen algún tipo de trastorno del neurodesarrollo. Algunos ejemplos de estos trastornos son:
- Alteraciones leves del habla o del lenguaje (anormalidades del lenguaje receptivo o expresivo y retrasos en el lenguaje).
- Discapacidades de aprendizaje sutiles (incluido el trastorno del procesamiento auditivo).
Factores ambientales
Por último, también puede aparecer el mutismo selectivo por causas ambientales a las que se ha expuesto la persona. En algunos casos, estas causas ambientales se dan junto con los factores ya mencionados antes. Los factores ambientales pueden ser:
- Haber sufrido un trauma psicológico o físico grave.
- Haber sufrido abuso o negligencia.
- Haber recibido mala educación.
- Formar parte de una familia disfuncional.
- Pasar por transiciones (empezar o cambiar de escuela, conocer a personas nuevas…).
- Ser bilingüe o multilingüe.
Mutismo selectivo en niños
Como ya se ha mencionado anteriormente, el mutismo selectivo se suele dar con mayor frecuencia en niños, si bien es cierto que no es un trastorno excesivamente extendido en la población infantil. Se dan casos de extrema timidez, dificultades al hablar con adultos, problemas al hablar en el colegio o en lugares con varias personas presentes o cambiar la comunicación verbal por la gestual, entre otros.
Mutismo selectivo en adultos
Aunque no es tan frecuente como en los niños o adolescentes, también hay casos de mutismo selectivo en adultos. En este caso, las personas afectadas, y a veces su entorno, suelen mostrar niveles de angustia más elevados que en el mutismo selectivo infantil. Esto ocurre porque les cuesta entender el motivo de la decisión de no hablar en algunas situaciones específicas.
Además, en el caso de los adultos, hay algunos comportamientos que son diferentes, como el de no hablar a ciertas personas o el de tener problemas de comunicación general.
Tratamiento del mutismo selectivo
Es posible tratar el mutismo selectivo. Existen dos tipos de tratamientos indicados para este trastorno, los que involucran fármacos y los que se centran en la parte psicológica.
Tratamiento del mutismo selectivo con medicamentos
En lo que respecta a los fármacos para combatir el mudismo, se han utilizado con éxito algunos medicamentos para tratar la ansiedad y la fobia social.
Tratamiento psicológico del mutismo selectivo
También se pueden llevar a cabo terapias o tratamientos psicológicos, conocidos como terapias cognitivas-conductuales. En este caso, están enfocadas a tratar la conducta y los cambios de comportamiento. Se hacen de forma progresiva y se refuerzan los aspectos positivos para que el paciente pueda volver a confiar y a encontrar su voz en los entornos en los que encuentra dificultades para hablar.
Para estos tratamientos, que suelen tener una tasa de abandono bastante elevada, es muy importante la involucración de la familia y de la escuela, en el caso de que se trate de niños. También es primordial la buena relación y la confianza entre el profesional y el paciente. Recomendamos que para este tipo de tratamiento contacten con un psicólogo infantil, como los profesionales del Grupo Avannza.
Una vez se haya hecho el tratamiento psicológico necesario, o de forma paralela, según consideren los especialistas, se podrá empezar con la rehabilitación logopédica, si fuera necesaria (para mejorar las posibles alteraciones del habla y del lenguaje).